Primero fue el diputado del PRO Federico Pinedo. Luego los llamados de Francisco de Narváez y Julio Cobos. Más tarde el encuentro con el presidente del radicalismo y senador por Mendoza, Ernesto Sanz, y con el jefe del bloque radical en la Cámara alta, Gerardo Morales. Todos estos dirigentes se comunicaron con Martín Redrado después de que éste le sugiriera su renuncia al jefe de Gabinete Aníbal Fernández por sus diferencias con la creación del Fondo del Bicentenario. Los opositores le ofrecieron “bancarlo”, algunos, incluso, incorporarlo a su armado electoral para el 2011. A Redrado se le iluminaron los ojos y dejó de pensar en renunciar, vio la oportunidad de un salto en su carrera política que hoy se parece más a un salto al vacío.
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