A las denuncias por las interferencias en el helicóptero de Cristina y las pinchaduras telefónicas de Macri (sumando a los hackeos informáticos que podrían tener como principal a un ex jefe de la SIDE menemista) hay que agregarle esa gran espina que se llama Campo. Los hombres del campo hicieron un acto en el Rosedal fiel a su historia. O sea, grupúsculos minoritarios que aplaudieron cuando el titular de la Sociedad Rural pidió que se descabece la gobernación bonaerense. Todo el ambiente de ese acto era profundamente golpista. Entre los concurrentes habría que nombrar a Cecilia Pando, militante y defensora de la última dictadura militar. También estaba Mariano Grondona, Mauricio Macri y Francisco De Narvaez. ¿Cabe alguna duda de que se planifica una verdadera desestabilización? ¿Cabe alguna duda que el movimiento nacional y popular debe unirse frente a esta terrible oligarquía? En vez de arrepentirnos cuando hayamos perdido en el 2011 podemos empezar desde ahora a frenar este auténtico y muy grande huevo de la serpiente. Antes que sea tarde.
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