jueves, 20 de agosto de 2009

Somos peronistas, no somos “pejotistas”.
Hay compañeros que plantean que el peronismo ya no puede ser el vehículo de un proyecto de liberación nacional y social, porque en su seno conviven personajes que predican la antípoda ideológica de la doctrina peronista.
No compartimos esa visión sobre las posibilidades del peronismo.
En primer lugar porque es reduccionista; ya que hablan del “PJ” como única expresión del movimiento peronista, y eso, doctrinariamente, es una discusión saldada, pues el partido es –únicamente- la herramienta electoral del movimiento. En segundo término, porque supone que la militancia de base es manejable, y acrítica respecto de los mandatos de la conducción. A esos compañeros les recordamos que -a las bases- no se las arrea con el poncho. ¿Acaso no sobran ejemplos en nuestra historia? En tercer lugar, porque cuando nuestro mayor enemigo -el liberalismo materialista- sale a pedir las cabezas de quienes conducen el peronismo, están demostrando que nuestro movimiento, pese a sus contradicciones, sigue siendo el arma más importante en la lucha por la liberación. Si esto no fuese así, ni se molestarían en plantear la disputa.
Los peronistas gobernamos en la nación, en la provincia de Buenos Aires y en el municipio de Lanús (entre otros), y es necesario reconocer que estamos en un punto crucial de cara al futuro de los logros alcanzados en esta nueva etapa peronista. Es verdad que nosotros solos no podemos afrontar la tarea de liberación que aún nos debemos como Pueblo; pero el integrar frentes, que aglutinen distintas expresiones del campo nacional y popular, no es una novedad para nosotros, es una dinámica que conocemos, y que ha sido esencial a los procesos más significativos de nuestra historia movimientista.
Pero no sólo los peronistas estamos en ese punto crucial. El resto de las fuerzas que comparten el grueso del proyecto de liberación nacional y social, también debe entender que la clave del avance está en el manejo de los disensos; y esto implica tener presente que toda fuerza de que se fragmenta, fortalece al enemigo.
Finalmente, queremos dejar en claro que nuestro compromiso de lucha es para fortalecer a los gobiernos peronistas. Nada queremos tratar con quienes cacarean peronismo, pero ponen los huevos en el gallinero del liberalismo.
Hoy, peronismo o liberalismo, es lo mismo que ayer, liberación o dependencia.
El miedo puede apartarnos de alguna derrota; pero sin dudarlo… también nos apartará de la victoria. Por eso, y con la fortaleza que da el ser portadores de la historia del más importante movimiento político de nuestra nación, decimos: primero la patria, segundo el movimiento y por último los hombres.

No hay comentarios: